Monterrey, N.L.- El gobernador Samuel García se encuentra aún sin aclarar la extraña adjudicación de los contratos que suman 268 millones 300 mil pesos, a su amigo Enrique Arechavaleta y a sus empresas Grupo Textilero Cal y Grupo Dos Banderas.

En una investigación realizada por el periódico El Norte, se estableció que el empresario, tuvo una “repentina bonanza” con los contratos para proveer de los uniformes escolares y tenis “fosfo-fosfo” a las escuelas de tiempo completo en Nuevo León, ya que sus ingresos se dispararon hasta un 80 por ciento, a raíz de esas adquisiciones.

Enrique Arechavaleta también tiene nexos de amistad con el también emecista, Daniel Acosta, actual Secretario de Participación Ciudadana y ex coordinador de la campaña de Mariana Rodríguez, ex candidata a la alcaldía de Monterrey.

Mientras Daniel Acosta intentó desligarse con un escrito de los contratos otorgados al amigo de él y de Samuel García, el gobernador solo contestó con un “sin comentarios”, cuando se le cuestionó sobre los contratos millonarios otorgados a las empresas de Arechavaleta.

La noticia y la sospecha es tema de varios medios de comunicación que buscan la respuesta del Gobernador, quien se encuentra convenientemente “sin habla”.