Cadereyta Jiménez, N. L.- Las personas con discapacidades siguen sufriendo por ser respetados e incluidos dentro de las actividades diarias de la sociedad, y un ejemplo tan sencillo es el viacrucis que padecen para acceder a un cajón de estacionamiento en la plaza principal de esta ciudad.
Y aunque se cuenta con varios de ellos, son los vendedores ambulantes y otros ciudadanos que no sufren de discapacidades los que siguen alimentando este problema añejo que al parecer, a las autoridades viales no les preocupa.
Dos, tres y hasta cuatro cuadras es lo que las personas con discapacidad tienen que recorrer para poder acceder a los locales o tramites que se encuentran en el primer cuadro de la ciudad, esto porque conductores irrespetuosos que no portan placas ni nada que los avale como discapacitados hacen uso de los cajones para estas personas.
O bien, los vendedores ambulantes ahí se ubican y no dan oportunidad a que dichos cajones sean utilizados por quienes de verdad los ocupan.
Ojala la dependencia correspondiente haga algo al respecto y comiencen a enseñar a la ciudadanía que lo requiera, verdadera cultura vial.