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Usted tiene… La Última Palabra
Por: Ing. Jesús Herrera Rábago
Goebbels
Al jefe de campaña de Adolf Hitler; Joseph Goebbels, quien fue clave en el ascenso de Hitler al poder se le atribuye la siguiente frase: “Una mentira repetida mil veces se convierte en una verdad”. En sentido estricto no debería ser así, pues bastaría que las personas tuvieran un pensamiento crítico para descubrir la falsedad y rechazarla.
Desgraciadamente la mayoría de la gente nunca hace un ejercicio para cribar lo que le dicen, unido a que muchas veces creer una mentira le conviene a la población. Por ejemplo, es bueno creer todo lo que dicen de la corrupción, pues eso hace que tengamos pretexto para justificar que nosotros también lo hacemos.
El otro problema es que en países como el nuestro en el que la realidad supera la ficción, y hemos visto toda clase de atrocidades y el más variado catálogo de corrupción, lo más fácil es creer cualquier noticia que haga referencia a esos temas.
En el pasado debate hubo una serie de acusaciones de uno hacia otro candidato. Si uno dice que hizo o logró algo, el otro lo desmiente. Cómo creerle a Meade cuando dice que Andrés Manuel tiene tres departamentos y no presenta pruebas contundentes, basta sacar una hoja que parece una escritura.
Anaya mintió cuando dice que la gestión de AMLO los secuestros crecieran 88%, al verificar los datos se encuentra las cifras oficiales delictivas del 2000 al 2005 y encontró que Andrés Manuel bajó el número de secuestros en la capital, de hecho en este mismo periodo de tiempo, la tasa de secuestros por cada 100 mil habitantes en la Ciudad de México se redujo un 27.22%.
Otro ejemplo es la frase falsa de Anaya, respecto a que en el Salvador la amnistía aumentó el número de homicidios. Falso también cuando dijo que en el gobierno de Andrés Manuel al frente de la Ciudad de México, las inversiones cayeron 40% y que los secuestros crecieron 88%.
En fin, si revisamos el primer debate encontramos una serie de datos y dichos que caen en lo que comúnmente llamamos mentira, lo cual resulta muy grave pues no estamos hablando de un programa donde fueron invitados, sino de un evento oficial del Instituto Nacional Electoral.
En este sentido, es urgente que se regule este aspecto pues de seguir así corre el riesgo de que pierda credibilidad y se convierta, como solemos decir, en una verdadera pachanga, que nadie quiera ver. La cuestión no es muy difícil, basta que se diga que todo lo que se diga y no se cuente con pruebas suficientes se castigará.
Así las cosas, urge que el INE se ponga las pilas y no permita más mentiras en las campañas. Obvio que no se vayan a poner “Broncos” y pidan que les corte la lengua a quien mienta, no vaya ser que tengamos un presidente mudo el próximo sexenio.
Esta es mi opinión, usted tiene La Última Palabra.