Cadereyta Jiménez, N.L.- La propuesta de reubicar la Refinería de Cadereyta, como lo piden ciudadanos y el Gobernador de Nuevo León, por sus altas emisiones contaminantes, no es viable debido a las dificultades técnicas y gastos adicionales que implicaría.

Sin embargo, expertos han urgido su modernización y actualización de sistemas para evitar daños ambientales.

Alejandro Villalobos, experto en refinación y ex funcionario de Pemex, explicó que, dadas las dimensiones de la refinería, reubicarla tomaría un largo plazo, como ocurrió con la desmantelación de Azcapotzalco.

“Tan sólo cuando se cerró la refinería de Azcapotzalco se pasó una planta catalítica a Cadereyta, y eso se tomó cerca de 10 años, dijo.

“Una refinería tiene 20 a 25 plantas, en promedio. Su reubicación es prácticamente inviable”.

Ramsés Pech, especialista del sector energético, consideró que reubicar la infraestructura de una refinería requiere de un gasto de capital adicional, además de acondicionar una nueva zona que pudiera cumplir con las necesidades operativas que necesita.

Agregó que ese traslado implicaría sacar de operación la refinería más de un año, como mínimo.

Con más de 40 años en operación, Cadereyta fue construida como un proyecto para garantizar el abastecimiento de combustibles en los estados del norte del País.

Sin embargo, la falta de recursos para su mantenimiento durante los últimos años, así como la inyección de un tipo de crudo para el cual no está configurada, han provocado que este complejo vaya en decadencia.

“Como todas las refinerías”, añadió Villalobos, “necesita ser actualizada tecnológicamente.

“Habría que adecuar el diseño y definitivamente necesita más inversión. Apenas se ha tratado de reparar, pero no ha sido suficiente. Se tienen que modificar los catalizadores, los reactores”.

Fuente: El Norte