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El ‘debate’
Por: Inge. Jesús Herrera Rábago
Debate hace referencia a una controversia, que a su vez significa discusión de opiniones contrapuestas entre dos o más personas. Por eso debatir la Real Academia la define como: “Dicho de dos o más personas: Discutir un tema con opiniones diferentes”.
Si nos apegamos a esto, los debates que han tenido los candidatos a la Presidencia de la República, en sentido estricto, no llegan a ser debates. Más bien es una entrevista en donde los moderadores son los que más discuten con los candidatos.
El formato es rígido y no permite realmente ver una interacción para confrontar las opiniones entre los candidatos sobre los temas que se les presentan. Sería muy interesante, por ejemplo, cuando hablaron del salario mínimo, entre ellos hubieran defendido porqué su propuesta era la mejor y sobre todo cómo la iban a realizar. Todos quieren subir el salario mínimo, pero nadie dice cómo lo va hacer.
Pero no es así, porque nuevamente de fondo todo debe estar controlado por los diferentes intereses de los partidos. Es cierto que quisieron hacerlo más flexible pero desgraciadamente ahora el problema fueron los moderadores, ellos son los que llevan la temática y se les faculta para hacer sus propias preguntas, lo que termina siendo un protagonismo exagerado. Ellos son los que confrontaban a los candidatos en lo individual, cuando realmente esa sería la tarea de ellos. Esto además, no es correcto porque lo quieran o no, entra la subjetividad o, peor aún, los intereses que cada uno pueda estar defendiendo.
Para ver a un periodista preguntar y confrontar están los programas de televisión, ahí sí es válido, pero no es posible que estén interrumpiendo a los candidatos y cuestionándolos de acuerdo a lo que ellos quieran.
Por otro lado, ahora en este segundo debate, nos prometieron la participación del público, pero en ningún momento vimos una interacción activa, hubiera sido lo mismo mandar a una “edecán” a hacer las preguntas que a leguas se veía estaban diseñadas con anterioridad y quizá hasta pasaron por un filtro.
El otro problema de este segundo debate es que no se tocaron temas importantes, todo fue nuestra relación con Estados Unidos, y se pasaron hablando de Trump, ¿Qué acaso no hay más mundo, no está China y las potencias asiáticas para abrir mercados?
Hubiera sido muy interesante preguntarles a cada uno cómo iba a lograr la no intervención, o cuales iban a ser sus estrategias de negociación, ahí hubiéramos visto, como dicen en el rancho, lo que cada quien trae en el morral.
Todo rondó en unos cuantos temas como fue el de los migrantes, pero siendo honestos el tema se basó en qué van hacer por los de allá, cuando el tema es qué les ofreces para que no se vayan, y más importante, qué vas hacer con los que regresan sin nada.
En ese sentido sería mejor no perder tiempo con los moderadores y dejar un tema a discusión libre, por ejemplo, a cada uno se le da 5 minutos y el tendrá que manejarlos a su antojo. Esto haría que fueran más preparados, que explicaran y cuestionaran. El moderador su única función es dar la palabra y calmar a quienes se “prendan” y se quieran salir del debate.
Así las cosas, con estos formatos el debate no cambia en nada las preferencia electorales, porque simplemente no nos permitió, a los ciudadanos, contrastar a los candidatos.
Esta es mi opinión, usted tiene La Última Palabra.