Internacional
Juez británico autoriza la extradición a EU de Assange por espionaje
Con información de la Jornada.
(Considerado por Estados Unidos como el Haker más Peligroso para la Seguridad nacional), Julián Assange, creador de Wikiliks de 50 años, lleva retenido en la prisión Belmarsh de alta seguridad en Londres desde 2019, cuando fue detenido por incumplir su fianza en otra batalla legal. Antes de eso pasó siete años en la embajada de Ecuador en la capital británica, para evitar su extradición a Suecia, donde enfrentaba acusaciones de violación y agresión sexual.
En el centro de una larga saga judicial, Assange fue condenado a un año de cárcel en Londres por violación de su libertad condicional en 2012, antes de emprender la batalla contra su extradición a Estados Unidos.
En enero de 2021, la justicia británica decidió a su favor. La juez Vanessa Baraitser rechazó la extradición por considerar que el australiano, de frágil salud física y psicológica, corría el riesgo de suicidarse en el sistema penitenciario estadunidense.
Pero en diciembre, Washington logró que la Alta Corte de Londres anulara esa decisión, asegurando que no sería encarcelado en la prisión de alta seguridad ADX de Florence, en Colorado, donde están detenidos miembros de la organización yihadista Al Qaeda.
Además, garantizaron que recibiría la atención clínica y psicológica necesaria, mencionando la posibilidad de permitir que cumpliera su condena en Australia.
Para sus defensores, encabezados por Stella Moris, la abogada sudafricana con la que tuvo dos hijos en secreto durante sus años en la embajada ecuatoriana y con quien se casó en Belmarsh el mes pasado, estas garantías no son creíbles.
Al subrayar que “el destino de Julian está ahora en manos de la ministra del Interior”, Moris insistió en marzo en que “este es un caso político y ella puede ponerle fin”.
“Hace falta valor político, pero esto es lo que se necesita para preservar una sociedad abierta que proteja a los editores de la persecución extranjera”, afirmó.
La representante de la cancillería rusa agregó que corresponde a la ministra del Interior británico poner “un punto formal en este proceso vergonzoso”.