París.- Dos adolescentes iraníes fueron condenados a morir en la horca por su participación en las protestas que sacuden ese país desde hace meses por la muerte de Mahsa Amini, una joven kurda de 22 años detenida por la policía de moralidad tras infringir el estricto código de vestimenta, denunció ayer una organización de defensa de los derechos humanos.

Dos hombres de 23 años ya fueron ejecutados y las ONG temen que decenas más corran el riesgo de ser ahorcados, ya que las autoridades utilizan la pena capital como táctica intimidatoria para sofocar las manifestaciones.

Mehdi Mohammadifard, un manifestante de 18 años, fue condenado a muerte acusado de incendiar un kiosco de la policía de tráfico en la ciudad occidental de Nowshahr, provincia de Mazandarán, informó la agrupación Iran Human Rights (IHR), con sede en Noruega.

La condena fue dictada por un tribunal revolucionario en Sari, la capital provincial, tras declararlo culpable de “corrupción en la tierra y enemistad contra Dios”, indicó la organización.

Por otra parte, la agencia de noticias del Poder Judicial, Mizan Online, indicó que el tribunal supremo confirmó en diciembre la condena a muerte para Mohammad Boroghani, acusado de “enemistad con Dios”.

El joven de 19 años habría herido con un cuchillo a un guardia de seguridad “con intención de matarlo, sembrando el terror entre los ciudadanos e incendiado la sede de la gobernación en Pakdasht”, al sureste de Teherán. Según IHR.

La ONG afirmó la semana pasada que al menos 100 manifestantes corren el riesgo de ser ejecutados tras ser condenados a muerte.

Los primeros ahorcamientos provocaron una protesta internacional y grupos de derechos humanos piden que se presione más a Irán para evitar nuevas ejecuciones, mientras la policía iraní reanudó el control del uso del hiyab por parte de las mujeres en los autos, informaron medios locales.

FUENTE: LA JORNADA