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General José María Mier Santos Coy… Jimenence ilustre en el olvido
Por: Dr. José Ascención Tijerina Flores
Cuando el General Bernardo Reyes tuvo que dejar la gubernatura de Nuevo León por haber solicitado licencia por tiempo indefinido primero y por renuncia después, lo relevó el General y Licenciado José María Mier Santos Coy.
No eran tiempos fáciles, la entidad y el resto del país se debatía en una serie de problemas derivados de la inconformidad popular ante la perpetuidad del General Porfirio Díaz en la Presidencia de la República (Poco más de treinta años).
Tampoco había sido del agrado de los Neoloneses su destierro disfrazado de encomienda militar que el General Díaz había enviado al General Bernardo Reyes. Por ello, en Nuevo León surgían diferentes grupos de carácter político, adversos algunos al régimen Porfirista pero enemistados entre sí.
Fue así como el General José María Mier asumió el poder y debido al poco tiempo que estuvo en el cargo no le fue posible realizar una administración que se distinguiera por logros materiales, en cambio, si se distinguió por la política de conciliación a la que se dedicó desde el momento de asumir la Gubernatura de Nuevo León.
El General José María Mier nació en nuestro municipio de Cadereyta Jimenez N.L. en el año de 1847, exactamente en el edificio que hoy ocupa la casa parroquial. Fueron sus padres Don Francisco Mier y María Teresa Santos Coy a cuya sombra haría sus primeros estudios en su pueblo natal para trasladarse posteriormente a la ciudad de Monterrey ingresando al Colegio Civil.
Dedicado por completo a sus estudios, el 29 de mayo de 1871 recibiría el título de abogado en la escuela de Leyes. Por cinco años ejerció su profesión, pero en 1876 se inició en la carrera de las armas durante la revolución de Tultepec como jefe del Estado Mayor de su paisano General Gerónimo Treviño en la División del Norte.
Su vocación por el ejercitó lo llevó a participar en diferentes hechos de armas, así lo muestran combates en Marín, Montemorelos, Cerralvo y Guadalupe entre otros, destacando notoriamente en la batalla de Icamole por su arrojo, valentía y estrategia militar.
En 1877 fue ascendido a Coronel de caballería realizando la campaña contra los sublevados del Coronel Pedro A. Valdez a quien derrotó en Agujita Coahuila.
En 1878 emprendió la campaña contra los Sublevados de José María Amador en China Nuevo León y posteriormente contra la gente de Pedro Martínez, Miguel Palacios y otros grupos rebeldes en la sierra de Galeana Nuevo León. Estas victorias le valieron el ascenso a Coronel de Caballería.
Contrajo matrimonio con María Concepción Mier en 1870. Para 1888 ya con el grado de General de brigada fue enviado por Porfirio Díaz como jefe de la zona militar al estado de Oaxaca donde permaneció hasta el 2 de mayo de 1890 fecha en que se incorporó a la Suprema Corte de Justicia con carácter de Magistrado.
Permaneció ahí hasta el 27 de julio de 1896 desempeñándose después como Secretario de Guerra y Marina, además el Departamento de Caballería de ese año hasta 1900. También fue Oficial Mayor en 1903 y Secretario de Guerra y Marina.
El día primero de mayo de 1910 el General Mier tomó protesta ante las cámaras como Gobernador Constitucional del Estado de Nuevo León, puesto que desempeñó con acierto hasta la caída del General Porfirio Díaz, viéndose obligado a renunciar a su puesto para reintegrarse al ejército con el puesto de jefe de zona militar de nuestro estado.
Existen varias versiones acerca de la Muerte del General Mier, pero nos inclinamos por la más comprobada que relata el testigo presencial Ruperto García de Alba, que en 1914 era oficial del cuerpo especial del Estado Mayor y estaba comisionado como ayudante del General Mier.
Declaró así: “El día 7 de julio en la tarde algunos oficiales del General Mier iniciaron la evacuación de Guadalajara para dirigirse a la capital de la República, muy fatigados y sin dormir llegaron a la hacienda el Castillo el día 8 a las 11 de la mañana, a las 4 de la tarde nos encontramos en el mirador con el General cuando de pronto subió un Coronel de la milicia regular gritando ordene algo General porque así nos va llevar la chin……. El veterano General Mier contestó no me hable así Herrera y no me diga lo que debo ordenar, retírese o lo mando fusilar.
El Coronel Herrera dio media vuelta y ordenó a su ayudante disparar sobre la espalda del General quien murió al instante. Herrera sería fusilado poco después por el General Obregón en Colima”
(Concluye el relato de Alba).
Así perdió la vida este ilustre Jimenece poco reconocido en su tierra, incluso a una calle hacia el sur de la ciudad se le impuso su nombre hace tiempo, pero con el grave error de llamarla Padre Mier (tio abuelo del general) en lugar de llamarla General José María Mier. En el pueblo de Bustamante (recientemente nombrado pueblo mágico) la avenida principal lleva su nombre……..
Y en Cadereyta ¿cuándo lo honraremos como se merece?
¿Usted qué opina?
Gracias