Por: Dr. José Ascención Tijerina Flores

Como un hombre emprendedor, visionario, honrado y muy trabajador es como recordamos a Alonso I. de León Cantú, quien falleciera el pasado 28 de octubre en la ciudad de Monterrey Nuevo León por serios achaques que le aquejaban tiempo atrás.
Nació el 21 de enero de 1934 en esta ciudad de Cadereyta Jimenez, fue hijo de Don Alonso de León Rendón y de Doña Herlinda Cantú Cantú. Un negocio ubicado frente a la plaza de armas de nuestra ciudad muy frecuentado por los Jimenences, era el centro de trabajo de esta familia integrada por Don Alonso y Doña Herlinda apoyados por sus hijos: Emerico, Alonso y Oziel, quienes atendían con todo esmero a lo más granado de la sociedad Jimenence.
Los recordamos en su restaurant – nevería “La Primavera”, negocio donde expedían ricos tacos rojos y otros alimentos sin faltar los postres de nieve. Inquieto como era (lonchin) se trasladó a la ciudad de Monterrey para llevar a cabo sus estudios como Contador Público.
No conforme como el mismo, fundó un negocio de mariscos por la calle Villagrán de la ciudad capital al que llamó “La ranita”. Posteriormente fundó otro negocio del mismo género unas cuadras al norte de la misma calle y dada la aceptación de la clientela, inició la gran aventura para fundar “El barco” el 7 de diciembre de 1990 en la colonia Contry.
Atraídos por la arquitectura singular de la construcción, además de la atención personal de Alonso, la clientela creció a grado tal que una gran cantidad de regiomontanos y de otros lugares se hicieron asiduos clientes de ese lugar como resultado de la calidad de los platillos, además de la simpatía y carácter amiguero de Alonso.
Para entonces, su familia atendía el negocio que en ocasiones resultaba insuficiente para la cantidad de comensales que acudían al lugar ubicado en la colonia ya mencionada en las cercanías del “Arroyo seco”.
La Sra. Irene Portillo López fue su esposa y compañera desde 1960 hasta la hora de su partida, procreando con ella una hermosa familia integrada por: Laura SanJuana, Ana María, Graciela, Martha Ramona, Alonso Gerardo, Adriana y José Francisco.
Amoroso padre de familia, emprendedor y disciplinado, así podríamos resumir la personalidad de Alonso, quien además disfrutaba sus pasatiempos favoritos: La música y las motocicletas.
A poco más de una mes de su fallecimiento, hoy recordamos al buen amigo Alonso como ejemplo de buen ciudadano, padre ejemplar y sobre todo buen amigo que supo conquistar a mucha gente con su sencillez y calidad humana que con el paso del tiempo lo convirtieron en un Jimenence distinguido.
Que en Paz Descanse Alonso Inés de León Cantú
Gracias