Monterrey, NL, El caso de Debanhi Susana Escobar Bazaldúa dio un nuevo giro a cuatro meses de que fue localizado su cuerpo en una cisterna del Motel Nueva Castilla, en Escobedo, toda vez que el Poder Judicial cateó la casa de una empleada de ese lugar y fijó la primera audiencia de imputación de cargos, contra la mujer, cuya identidad no fue revelada.

La ejecución de la orden de cateo en el domicilio de la mujer, ubicado en la calle John F. Kennedy de la colonia Moisés Sáenz, en Apodaca, ocurrió desde el 19 de agosto a la 1:38 horas y no se especifica la fecha de su finalización, tampoco la identidad de la sospechosa.

A la mujer se le investiga por el delito equiparable a la “Falsedad de Declaraciones e Informes dados a una Autoridad, así como el Encubrimiento”.

Las autoridades acudieron en búsqueda de aparatos electrónicos de almacenamiento y encontraron una memoria USB en color azul, un estuche de plástico, conteniendo una memoria USB color verde, una memoria USB color morado; además seis teléfonos celulares, una laptop con la leyenda Acer y cargador, además de otros dos teléfonos celulares.

Esta es la primera persona a la que se le somete a un proceso penal, luego de las más de 324 entrevistas, 23 análisis de telefonía, 140 intervenciones periciales, 723 indicios, 88 dictámenes, 341 estudios periciales y análisis de más de tres mil horas de videograbaciones que la Fiscalía asegura que realizó.

De acuerdo con información del caso, la audiencia fue programada para el 31 de agosto y la orden de cateo, se establece que se facultó a 10 agentes para realizar la diligencia.

Se informó que se otorgó el acceso voluntario, por lo que no hubo necesidad de hacer uso de la orden de cateo.