Internacional
Crisis regionales aceleran el número de personas que dejan su casa y se dirigen a EU
El flujo migratorio por América no ha dejado de crecer durante 2022 pese a los intentos de los gobiernos del continente por controlar los cruces ilegales. La crisis económica generalizada, unida a la inseguridad y a la inestabilidad política de algunos países y a los efectos adversos del cambio climático no han dejado de expulsar a familias, la mayoría hacia Norteamérica.
Las autoridades estadounidenses registraron 2.38 millones de llegadas a su frontera sur en el último año (que contabilizan de octubre de 2021 a septiembre de 2022), un 37 por ciento más que el mismo periodo anterior y más del doble del nivel registrado en 2019. La tendencia continua al alza.
Un grupo de migrantes, en su mayoría de Cuba y República Dominicana, espera después de cruzar la frontera desde México y entregarse a las autoridades para solicitar asilo cerca de Yuma, Arizona.
Este año la crisis social, política y económica en Venezuela ha continuado expulsando a miles de sus ciudadanos —ya hay más de siete millones de venezolanos fuera del país, según la ONU— y los movimientos de este grupo han tenido gran impacto regional porque viajaron tanto por América del Sur como por tierra hacia Estados Unidos, donde las llegadas se multiplicaron, en parte, ante la imposibilidad de Washington a retornarlos a un país con el que no tiene relaciones diplomáticas.
Cuba vivió en 2022 un éxodo sin precedentes en seis décadas, dadas las mayores carencias de productos básicos en la isla y una situación política que se mantiene sin cambios. Estados Unidos interceptó a migrantes cubanos en más de 224 mil ocasiones, una cifra solo superada por la de los mexicanos y guatemaltecos. La mayoría llegaron vía México o echándose al mar hacia Florida.
Las cifras de colombianos y de nicaragüenses también sufrieron grandes aumentos, los primeros más por cuestiones económicas, los segundos ante una mayor represión política.
Sin embargo, si solo nos atenemos a los números, quienes más intentaron cruzar a Estados Unidos fueron, de lejos, los mexicanos, interceptados 800 mil veces aunque, a veces, muchos lo intentaban en más de una ocasión.
Hace unos años, la migración mexicana se consideraba negativa, es decir, regresaban más personas que se iban, pero esta tendencia comenzó a romperse tras la crisis generada por la pandemia y luego con el aumento de la violencia. Este año se consolidó.
FUENTE: SIN EMBARGO MX