Humilde estudiante a la colonia Héroe de Nacozari representará a México en mundial de Robótica de Moscú, Rusia

Miguel Oscar Pérez
CD. BENITO JUÁREZ, N.L.-
El alumno del noveno semestre de Ingeniería en Mecatrónica, Francisco Javier Pérez Encina, de 22 años de edad, será uno de los tres únicos mexicanos que participarán en el mundial de Robo Cup 2019, en Moscú, Rusia.
Estudiante del Instituto Tecnológico de Nuevo León, el juarense es residente de la calle Diego de Montemayor en la colonia Héroe de Nacozari y en su niñez fue estudiante de la escuela 1º. de Mayo, cursando su secundaria en la técnica 76 “Ignacio Chávez Sánchez”, mientras que su bachillerato lo realizó en el Conalep de Rangel Frías.
Menor de los tres hijos del matrimonio formado por José Francisco Pérez Salas y de Ricarda Encina Sánchez, dijo que su gusto por la robótica fue inspirado en su padre, quien es técnico en electrónica en una empresa.
“El hecho que mi padre se dedica a lo que viene siendo el tema de la electrónica, mecánica y todo eso, pues influyó en parte de mi crecimiento y eso me llamaba mucho la atención”, dijo textualmente.
Señaló que la secundaria tuvo su primer encuentro con la electrónica, sin embargo se dio cuenta que no todo se encuentra en las aulas, por lo que tuvo que investigar y experimentar por su cuenta.
El estudiante juarense, junto con sus compañeros Daniel Alejandro Pescador Salas y Abel Ávalos Salazar, hacen un equipo buscando mayores innovaciones en el ramo de robótica y presentaron su prototipo de robot de rescate que les dio su pase para el afamado concurso a nivel mundial, esta vez en la capital de Rusia.
El evento se tiene estimado del 4 al 11 de noviembre, pero se proyecta un viaje de 10 días en el equipo del ITNL, con un costo aproximado de 50 mil pesos por persona.
Agradeció al alcalde de Juárez, Heriberto Treviño, por un apoyo de casi el 50 por ciento de sus gastos para su viaje, por medio del DIF municipal.
Explicó que al llegar está dispuesto a dar algunos cursos gratuitos para recompensar el apoyo municipal, ya que: “No todo es pedir, también hay que dar”, mencionó el agradecido estudiante.
El robot de rescate que llevan es un prototipo de manera tele-operada en base a una pista llena de obstáculos, visualizado su manejo por medio de cámaras y precisamente la visión es su área de participación en el prototipo.