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El niño Fidencio…. Un mito, una leyenda o una realidad
Por: Dr. José Ascensión Tijerina Flores
Seguramente usted amable lector, al igual que otras personas habrán oído hablar del niño Fidencio, pero… ¿conoce usted la realidad de esta historia?
Pues bien, nuestro personaje de hoy fue un famoso curandero que nació en el rancho las cuevas en Iramuco, estado de Guanajuato.
José Fidencio de Jesús Constantino Síntora fue hijo de Socorro Constantino y de María Transito Síntora. A la edad de 10 años quedó huérfano y con sus 4 hermanos hace equipo desde su niñez que en ese momento contaba con ocho años.
Su hermana Antonia vivía en “Loma Sola” Coahuila y cuando Fidencio cumple 15 años se traslada a esa población donde estudia tres grados de la educación primaria en el vecino municipio de Mina Nuevo León.
Desde niño tiene comportamiento extraño, mostrando seriedad extrema ante la adversidad, siempre pensando y orando diariamente.
Ya en la escuela, llama la atención porque siempre buscó la manera de curar las dolencias de sus compañeros y un amigo que hizo en ese tiempo llamado Enrique López, lo acerca a la iglesia de Mina, al grado de que Fidencio y el ayudan al Sacerdote durante las misas y adicionalmente le enseña algunos principios de la medicina herbolaria (Se supone que Enrique sabía algo de eso).
Del Ferrocarril en el trayecto que comunica por la vía férrea a Nuevo León y Coahuila y cercana a Loma sola inicia en la segunda mitad de la década de los años 30 entre la población humilde, un creciente rumor: “Un niño con signos de santidad tiene poderes curativos y además no cobra”.
La necesidad de la población hizo crecer el rumor y la comunicación que genera el ferrocarril lo potenció, por lo que ese “Niño Santo” pronto se convirtió en un personaje famoso al que consultaban muchas personas de la región.
Sus curaciones consistían en tocar con sus manos a sus enfermos, rezaba con ellos y les daba dosis de “Gobernadora” (Una yerba de la región) él decía que no curaba, que era solo un intermediario de los poderes divinos motivo por el cual no podía cobrar.
Comienza a extirpar tumores utilizando un pedazo de vidrio de botella asegurando los pacientes no sentir dolor durante la intervención. Su fama corre a Monterrey y la región y a toda la República a tal grado que el 8 de febrero de 1928 llegó a consultarlo el Presidente Plutarco Elías Calles que se hizo acompañar por el Gobernador Arón Sáenz y del Gral. Juan Andrew Almazán, a este trío de políticos el mismo Fidencio les preparó varios brebajes entre ellos unos de rosas durando más de 6 horas la consulta.
Desde luego que esa visita y consulta Presidencial fue muy criticada (Padecía el mal de pinto el Presidente) por la comunidad médica de N.L. y los propios funcionarios de salud estatal opinaron que el Presidente corría el riesgo de contagiarse de alguna enfermedad en esa “Clínica” no autorizada.
De ahí en adelante el niño Fidencio se convirtió en un mito nacional y cada mes se refrendaba cuando llegaba un enviado de Calles a recoger “La medicinas”.
El Sr. Presidente, y la iglesia no intervinieron en su contra, pues en ese tiempo se desarrollaba un enfrentamiento entre el cristianismo y el gobierno de Calles.
Fidencio muere siendo muy joven (40 años) en Mina N.L. un 19 de octubre de 1938. Existe ahora una iglesia Fidencista cristiana y aun en la actualidad es común ver filas de hasta un kilómetro de automóviles y personas que se dirigen a esa iglesia de Espinazo Nuevo León al que llaman “centro curativo” a donde acuden enfermos incluso del sur de Estados Unidos buscando un milagro del niño Fidencio.
¿Usted amable lector que opina?
Datos recabados del archivo general del Estado
Gracias