Por: Dr. José Ascención Tijerina Flores

“Para 1871 Cadereyta lucía un gran avance comercial, agrícola y ganadero, su plaza de armas (Almas) era el lugar favorito de las familias para convivir y compartir las experiencias vividas bajo las sombras de frondosos árboles y naranjos agrios muy solicitados para la elaboración de conservas de cascara de naranja”; así nos relata la situación de nuestro pueblo el siempre bien recordado cronista Don Raymundo Rodríguez Cantú en un viejo escrito salido de su certera pluma.

Al centro de la plaza se encontraba una pirámide obelisco (Pirámide de piedra con una base cuadrada de gran altura y perpendicular con inscripciones de jeroglíficos o leyendas de personajes que sirve para adornar u honrar la memoria de personajes ya fallecidos) este monumento era una construcción de buen gusto, de arquitectura ágil y dinámica  que habría sido construido en 1814 en los inicios del movimiento revolucionario que culminaría en 1821 con la Independencia de México.

La cooperación de los vecinos y autoridades harían de este sitio un lugar limpio y respetado (contrario a lo que sucede hoy lleno de basura, malos olores y ruido insoportable) para conmemorar y solemnizar el ascenso al trono de España del Rey Fernando VII por segunda ocasión en marzo de 1812.

Tendría una altura aproximada de 20 metros construida con cantera, material muy consistente y parecido al sillar (tepetate) con remates al final que lo hacían más atractivo.

En 1890 la junta de mejoras materiales presidida por Don Eugenio Serrano García y con la autorización del Gobernador Genaro Garza García se ordenó derribarlo para colocar en su lugar la original fuente de agua en lugar de colocar el reloj recién adquirido en los Estados Unidos en el citado monumento.

La fuente de agua construida por el mismo tiempo seria con base de mármol Italiano (carrara) con figuras de garza y ninfas de adorno al centro.

El Alcalde de ese tiempo Don Juan Vargas Duran comisionó al ex alcalde Juan Olvera quien en 1882 informó de la eliminación de aquel monumento. Vargas Duran se oponía a la destrucción del obelisco tal vez pensando que con ello podría ofender a las personalidades españolas que abundaban en nuestro país.

Tal fue su disgusto que provocó una fuerte división de opiniones entre la población que podía convertirse este hecho en tragedia, por lo que decidió renunciar a su puesto para así mantener su fidelidad al gobierno español y mantenerse ecuánime y en paz consigo mismo.

Estos datos se encuentran a la vista en nuestro valiosísimos archivo histórico municipal así como en el libro del bueno amigo Ángel Mario Rocha Leal “Perfil de un pueblo con historia”.

Gracias

Dan reconocimiento al Dr. Tijerina… En ciudad Guadalupe Nuevo León

Dentro de los festejos de clausura del 75 aniversario de la Unión Ganadera de Nuevo León se otorgó reconocimiento a Dr. Por trayectoria de 38 años en la organización y el agradecimiento de la Asociación de Cabalgantes del Estado de Nuevo León izq. a der. Lic. Juan Garza locutor y maestro de ceremonias, el homenajeado, el representante del Gobernador del Estado Rodolfo Farías, la Alcaldesa de Guadalupe Cristina Díaz y el Diputado y presidente de la Unión Ganadera Adrián de la Garza