Conecta con nosotros

Horóscopos

Dolár (USD)

...

19 de ene.

2:25:49 PM

Noticias

El origen del estado libre y soberano de Nuevo León

Publicada

el

Por: Dr. José Ascención Tijerina Flores

El 7 de mayo de 1824 quedo formalmente establecido el estado libre y soberano de Nuevo León como parte federativa de los Estados Unidos Mexicanos, hoy nos ocuparemos de hacer un rencuentro histórico en torno al origen y significado del Estado del cual somos y en el cual vivimos.
El nombre de nuestro Estado es Nuevo León. Este procede del nombre original del Nuevo Reino de León que Luis Carvajal y de la Cueva logró a través de las capitulaciones otorgadas por el Rey Felipe II el 31 de Mayo de 1579. La nueva provincia o Reino de la Nueva España recibió su nombre en honor a la provincia Española de León, antigua colonia militar que los romanos llamaron Legíon Séptima Gemina, una de las tres legiones que protegían el norte de la Península Ibérica. En la edad media el nombre se acortó a Legión que luego quedaría en León.
El León quedo como símbolo del Reino, mismo que aparece también como uno de los símbolos de Castilla. Ese nombre hace referencia totémica a las cualidades del León: fuerte, atrevido, Rey de los animales. Para recordar este origen, en el escudo oficial de Nuevo León aparece el León rampante y coronado, majestuoso y dispuesto a la lucha y a la defensa.
El Septentrión novohispano estuvo conformado por las provincias o los Reinos de Sonora, Sinaloa, Las Californias y la Nueva Vizcaya (Durango, Chihuahua, Nuevo México y parte de Zacatecas), Coahuila y Texas que llegaba hasta Luisiana; El Nuevo Reino de León y el Nuevo Santander que llegaba hasta el rio nueces, todos ellos dependían de la capital del Virreinato en lo administrativo, en lo jurídico a la real audiencia de Guadalajara y en lo religioso a la diócesis de Guadalajara.
En 1776 se creó un sistema que llamaron “Provincias Internas” eligiendo a Arizpe en Sonora como su capital, pero alegando su lejanía los demás territorios no aceptaron , por lo que en 1787 las provincias de Oriente y de Occidente quedaron sujetas a la instancia de San Luis Potosí.
El 27 de julio de 1787, Saltillo y Parras, fueron segregados de la Nueva Vizcaya para Incorporarlas a Coahuila y es entonces precisamente cuando principia una rivalidad tradicional entre la Villa de Santiago de la Monclova, con la Villa de Santiago del Saltillo pues ésta también tenía méritos para convertirse en Capital de Reino.
Al inicio del siglo XIX había 6 diputaciones en la Nueva España, una de ellas con Sede en Monterrey con Diputados en las cuatro provincias internas de oriente: El Nuevo Reino de León, Coahuila, Texas y el Nuevo Santander.
En 1824 México se proclamó República, en el Congreso Constituyente había dos fracciones encabezadas, una por Miguel Ramos Arizpe y la otra por el Padre Mier quien buscaba la mediación entre el régimen Centralista y Federalista. Ramos Arizpe quería que Saltillo fuera la capital mientras que el padre Mier propina a Monterrey. Tamaulipas no aceptó su inclusión en las provincias Interinas de Oriente y solo quedaron: Coahuila, Texas y Nuevo León.
Nuevo Santander (Tamaulipas) rompió aquella balanza, mientras Saltillo y Monterrey movían sus influencias para lograr la sede de la nueva entidad.
Para 1822 Tamaulipas ya contaba con una Diputación, como central político aprovechando la buena relación con Agustín de Iturbide y para 1824 culminó la redacción del Acta Constitutiva que fue firmada por las nuevas entidades Federativas., se le puso el nombre de Tamaulipas en honor a las serranías costeras, haciendo alusión al pueblo que el misionero Andrés de Olmos estableciera en el siglo XVI.
El 7 de mayo de 1824, Nuevo León no aceptó formar parte del proyecto del Estado Interno de Oriente y surgió como estado libre y soberano de Nuevo León. Texas y Coahuila quedarían como otro estado. Poco tiempo después, México perdía un poco más de la mitad de su territorio incluyendo el Estado de Texas, por lo que Coahuila quedaría separado del Estado de Texas y buscaría también su Independencia como estado.
Tomado del libro del Dr. Antonio Guerrero Aguilar
Gracias!

Send this to a friend