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Francisco Serpentini: un italiano que curó a muchos jimenenses en 1828

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Por: Dr. José Ascensión Tijerina Flores

Entre las personas que ejercieron la medicina en esta región, Francisco Serpentini fue quien por los tiempos de 1822-1824 hacia infinitas curas tanto en medicina como en cirugía.
En el Archivo General del Estado se encuentra la licencia para practicar la medicina de nuestro personaje con interesantes datos para la historia de esta ciencia en el estado de Nuevo León.
En 1822 aparece en la Hacienda El Pueblito, hoy Villa de Hidalgo, N.L., donde atendió un gran número de enfermos. El alcalde Eugenio Villarreal, certifica varios casos que nos llaman poderosamente la atención, ejemplo: “María Dolores Serna mujer que por más de 18 años padecía el mal caduco de alferecía, que cada luna le daba y caiba (sic) como muerta y que cuando volvía en sí, le quedaba un terrible flus de sangre y calenturas”.
Otro ejemplo que encontramos dice: “El 11 de junio de 1824 a María González, le dio un mal y quedó en estado de muerta, Serpentini le aplicó medicinas y entre ellas espíritus y sangrías para que en 48 horas quedara totalmente curada”.
También atendió (continúa el escrito) “A María Josefa Villarreal, niña de 5 años, hija del alcalde sentenciando Serpentini: voy a hacerle una sangría y si no le sale sangre de ella, le revienta por la boca, si con esto y otras medicinas y en 10 minutos no mejora, prevenga el entierro”. Dice la constancia que en poco tiempo volvió la enferma y una hora después andaba jugando con otros niños (Profr. Israel Cavazos Garza).
A fines de ese año llegó Serpentini a Cadereyta con motivo de aquella “terrible epidemia con que se veía afligida la humanidad”.
No tenía licencia para curar, pero el ayuntamiento local ante la solicitud firmada por más de 50 vecinos accedió a que continuara su “labor médica”, pues se decía que había sanado a muchos y que solo fallaba con aquellos que le llamaban demasiado tarde. El Gobernador José María Parás atendió la solicitud de los jimenenses y le extendió licencia oficial para curar en Nuevo León.
De él solo se sabía que era de origen italiano y que había llegado de Texas donde residía muy cerca de Louisiana.
Tuvo problemas Serpentini, pues durante el gobierno de Manuel Gómez de Castro, ya creada la cátedra de medicina por decreto 73, el “médico” fue sometido a examen ante el doctor Pascual Constanza y otros sinodales. El 3 de diciembre de 1828 advirtió el Dr. Pascual, que “así en la cama del enfermo como por sus contestaciones verbales en el hospital, ni ha podido ser facultativo de medicina ni lo es y mucho menos de cirugía, porque ignora los primeros elementos de las ciencias médicas”.
Poco se supo de él después de este hecho quedando prácticamente en el olvido su dedicación y entrega para con sus semejantes.
Como podemos ver los rudimentarios recursos de aquel apasionado de la medicina no eran del todo satisfactorios, sin embargo este PASADO nos mueve a pensar que tal vez sirvió de inspiración su trayectoria en la región para que posteriormente surgieran personajes que se dedicaron por entero a la cura de las enfermedades resultando de ello una enorme cantidad de distinguidos apóstoles de la medicina de esta localidad que han dado en el PRESENTE: salud y calidad de vida a nuestra población.

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