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Fray Servando Teresa de Mier Noriega y Guerra “Duende de la Independencia”

Publicada

el

Por: Dr. José Ascención Tijerina Flores

Fray Servando Teresa de Mier Noriega y Guerra, es sin duda uno de los héroes de mayor mérito en la lucha por la Independencia de México. Nacido un 18 de octubre de 1763 en una casona de las calles Padre Mier y Escobedo de la ciudad de Monterrey Nuevo León. Fue hijo de Don Joaquín de Mier y Noriega quien fuera Regidor de Monterrey y Gobernador de Nuevo León.
Estudió en el Colegio de los Dominicos en 1780 y en el Colegio de Portatel alcanzando el Doctorado en Filosofía y Teología, fue maestro del convento y un gran orador entre otros puestos desempeñados, hoy lo recordaremos como: Diputado, orador, líder, viajero, profeta y escapista pero sobre todo como un mexicano entregado por el bien de su patria, desgraciadamente ignorado.
“El Padre Mier fue un gran visionario del futuro de la patria, advirtió desde aquella época los riesgos de un federalismo exagerado” (Historiador Jorge Pedroza Salinas).
Fray Servando resulta una figura imprescindible de la historia actual del país, decía “Hay que buscar la unidad, la concordia para conseguir una patria mejor, más justa y con una vida más digna”, ese era el mensaje de Mier y Noriega que aún sigue vigente.
En aquel tiempo proponía “un Federalismo acorde a nuestras necesidades y apegado a la realidad de México”. Mier advierte y prevee males para la insipiente nación federada tales como: Divisionismo, pleitos y predice que se desintegrará o caerá en manos de una dictador que la someterá a graves desórdenes políticos, quedando el país a merced de potencias extranjeras. (¿?)
El Frayle era uno de los Diputados importantes del Congreso que promulgó la carta junto con los que también estaban: Miguel Ramos Arizpe, Valentín Gómez Farías, Carlos María Bustamante, Manuel Crescencio Rejón y Lorenzo de Zavala.
La Constitución de 1824 establecía un sistema Federal más completo, no se restringían las facultades de los estados en lo que se refería a su régimen interior. Se consignaban las garantías individuales prohibiendo a todo funcionario privar de la libertad a un ciudadano o imponer penas si estas no eran acordadas por tribunales competentes establecidos con anteoridad. Se insistía en la libertad de pensamiento y en la libertad de prensa.
Como podemos ver, los fundamentos de la Constitución de 1824 tienen gran semejanza con el sistema de Gobierno actual. Dicha Constitución plasma los ideales de libertad e Independencia de México y mantiene su pertenecía al catolicismo apostólico. En ese 1824 fusilan sin piedad a Agustín de Iturbide y se celebran elecciones para el primer periodo Presidencial de México (1824- 1828) donde Guadalupe Victoria se convierte como el primer Presidente de México.
“EL DUENDE ESPACISTA”
Con prisiones y destierro, se pretendía acallar la voz de Fray Servando, pero no lograron encarcelar su pensamiento. Increíble la vida de Mier, nadie lo tomaba en serio, tuvo su primera cárcel en el convento de Santo Domingo a causa de aquel sermón en que ponía en duda la verdad sobre la Virgen de Guadalupe, su segundo cautiverio fue en el Castillo de San Juan de Ulua, su tercera cárcel fue en las Caldas ya en Europa de donde escapó pero lo reaprendieron para enviarlo preso al convento de San Pablo de Burgos, de ahí fue enviado al convento de San Francisco donde sus carceleros temían por los dotes escapista del prisionero y lo enviaron a Cádiz, logrando escaparse en el camino donde lo aprendieron de nuevo y lo enviaron a su sexto encierro en Sevilla.
Escapa de nuevo y lo atrapan para burlar a sus captores y llegar a Francia, donde se une a una causa Revolucionaria con tan mala suerte que alla lo encierran en su octava prisión. Regresa con la primera imprenta a México y cae en la celdas de la Inquisición, de donde lo envían a su décima prisión en Corte de donde lo trasfieren al Castillo de Ulua y de ahí a su doceava prisión en la Habana. Escapa de nuevo y huye a Estados Unidos siendo alla donde se entera al año que México ya era Independiente.
Iturbide disuelve el Congreso entre los mismos Congresistas y envía a Mier a su 14o. encierro de donde escapa siendo reaprendido y en 1823 lo trasfieren a su cárcel numero 16 donde es liberado por la Insurrección de Santa Anna. En el púlpito de una iglesia en Soto la Marina, fue de los primero patriotas que arengaron por la Independencia. Se presentó como Don Servando Teresa de Mier Noriega y Guerra, natural de Monterrey, Doctor en sagrada teología por la Universidad de México, Proto Notorio Apostólico, Prelado domestico del Sumo Pontífice, Vicario General de la división General Javier Mina y auxiliar de la República Mexicana. (Casi nada).
Cayendo de un asno se rompió un brazo, apresado por ello se las ingenió para librarse de las ratas de la prisión, huyó del hospital de Roma cuando intentaban ponerle un supositorio, conoció al Barón de Humboldt y al Papa en persona, además fue párroco de la iglesia de Paris. (¡Upps!). El Presidente G. Victoria le asignó una habitación en Palacio Nacional donde el Padre Mier pasó los últimos tres años de su vida. En diciembre 3 de 1827 muere el Padre Mier en la ciudad de México dentro del Palacio Nacional.
Escribió el Padre Mier “A fines de 1827 se me agravó una dolencia en mis tres entrañas más nobles, supe que el fin llegaba subí a mi coche y personalmente invité a mis amigos para que al día siguiente asistieran a mi extremaunción. Pero ni muerto descansó pues en 1861 los cadáveres momificados del convento de Santo Domingo fueron amontonados a la entrada del mismo y la momia de Mier, que estaba intacta fue comprada por Argentinos para exhibirla en un circo de Buenos Aires, de ahí a Bélgica donde se perdió su destino. Su nombre está en el Congreso de la Unión con letras de oro desde 1992.
Nos preguntamos porque en la ceremonia del grito de Independencia se menciona solo a Hidalgo, Allende, Morelos etc. etc. pero se ignora al Padre Mier siendo que fue de los iniciadores del movimiento Independentista de México.
En nuestro Cadereyta existe una calle hacia el sur del centro de nuestra ciudad que tiene su nombre, aunque es un error que hemos señalado a varias administraciones ya que el apellido que tiene esa calle corresponde al General José María Mier Santos, sobrino nieto del Padre Fray Servando Teresa de Mier.
Creemos que lo narrado basta para meditar las injusticias que se cometen cuando no se les concede el honor a verdaderos héroes de nuestra patria como es el caso que hoy nos ocupó.
Gracias

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