Orlando Sánchez. Primera base de Kemed.

Por: Rogelio González García

Ante unas gradas tachonadas de familias, que aguardaban este magno platillo beisbolero, entre los equipos de Kemed del Ing. David Ramírez, y Construcciones y Transportes de Guadalupe Ramírez, los primeros dan la sorpresa de la gran final, llevándose la corona por cardíaca y disputada pizarra de 4 carreras a 2.

El gran seleccionado y hasta la fecha, tremendo lanzador, Fernando Flores Lemus, se llevó los estelares de la gran película, con una soberbia actuación de míseros 5 hits, par de carreras limpias en la octava entrada, dónde se quitaron la lechada los camioneros, estuvo volátil con 4 bases por bolas y un golpeado, y consiguió un chocolate. Digno antagonista fue Juan Francisco Torrealba, cubriendo 6. 1 de juego, para 9 imparables, 4 carreras, par de ellas inmerecidas, una caminata y par de ponchados.

Su delito y talón de Aquiles, fue toparse con el gran toletero zurdo Orlando Sánchez, que lo sacudió con salvaje línea de cuadrangular, por el prado derecho, para poner adelante a su equipo en la quinta entrada, y sencillo de oro de par de rayitas, en la sexta ronda, para completar 3 impulsadas, de las cuatro conseguidas por su equipo.

En seguida apareció la figura grande del lanzador Enrique Garza, con un trabajo de muchos quilates, enfrentando a 6 bateadores, recibiendo un imparable y cerrando a tambor batiente, recetando 3 ponches consecutivos. Ya cuándo la poderosa máquina del Titánic, había tocado fondo. Los campeones de la temporada regular, perdonaron a sus rivales en la primer entrada, cuándo el veloz pelotero Fernando Quirino, recibió pasaporte y se estafó la segunda base, sin ningún out en la pizarra, pero sus 3 siguientes compañeros, no encontraron la receta para llevarlo a la registradora. Detalle importante que aprovechó a las mil maravillas, el lanzador Fernando Flores, para pintar de blanco a sus rivales durante 7 entradas.

Al final de la épica batalla, los jugadores de ambos equipos, recibieron el reconocimiento del respetable público, por su gran entrega en el terreno de juego. El que recibió una gran ovación, fue el jardinero izquierdo, Marcos González, al deleitarnos con una gran joyita de fildeo, al privar de un posible imparable al zurdo Enrique Garza, en la veleidosa séptima entrada, apagando un posible ataque de sus rivales.