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19 de ene.

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La muerte del Gral. Antonio López de Santa Anna

Publicada

el

Por: Dr. José Ascención Tijerina Flores

Mucho se ha escrito acerca de la vida del ex Presidente de México Gral. Antonio López de Santa Anna. En 11 ocasiones diferentes ocupó dicho cargo y en algunas de ellas fue requerido en su hacienda Veracruzana para poner orden en el país. Tal vez el mexicano más poderoso e importante de su tiempo.
Se le carga el pecado de haber vendido gran parte del territorio mexicano motivo por el cual fue declarado traidor de la patria, pero la verdad es que no fue así, murió como todo buen ciudadano en la ciudad de México después de haber disfrutado sus últimos meses como criador de gallos de pelea, como también el único Presidente de la historia que acudió personalmente con su ejército para defender el territorio mexicano.
El Gral. Santa Anna había sido exiliado por el Presidente Benito Juárez a la isla Nassau enterándose alla que el Presidente Juárez estaba afinando un decreto de amnistía para imperialistas (Conse que estamos hablando de 1870) y que él no estaba contemplado para ese beneficio.
Cuando muere Juárez en 1872 Santa Anna regresó al país en febrero de 1874, pero se podía apreciar que venía en condiciones muy lamentables de salud, sordo y casi ciego.
En ciudad de México fue recibido por su esposa, por el Gral. Bonifacio Tosta y por su nieto Francisco de Castro. Llegó a la casa de Vergara número 9 y una vez recuperado del viaje fue a visitar a la Virgen de Guadalupe en el Tepeyac.
Al llegar la primavera de 1876 se le cayó aún más su estado de salud, así que dictó un escueto testamento y sabiendo que el fin estaba cerca pidió que lo sepultaran en el cementerio de la Colegiata de Guadalupe que era el lugar más próximo de donde se encontraba.
La noche del 20 de junio le pidió a su esposa que lo dejara sólo para dormir y cuando ella regresó para verlo antes de retirarse, lo encontró ya fallecido.
Así murió solo el redentor de la patria que ocuparía la Presidencia de la República en 11 ocasiones diferentes.
REFLEXIÓN
“A La hora de partir, de nada sirve las lisonjas que le hubieran hecho al hombre cuando es poderoso, mucho menos sirven los bienes materiales, dinero acumulado y propiedades, pues expira como todos los demás”
Esta es una historia rescatada del algunas obras que se han escrito acerca de la vida de este singular personaje que aun después de tantos años de muerto sigue vigente en la mente de muchos mexicanos perdurando la incógnita: Héroe o traidor?
Gracias

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