Si usted no sabía, la pata de palo de Santa Anna lleva 169 años en un pueblo de EU llamado Springfield

Por: Dr. José Ascención Tijerina Flores

Unos de los personajes más polémicos de nuestra historia es sin duda el General Antonio López de Santa Anna, para muchos, un traidor que permitió la pérdida de más de la mitad de nuestro territorio, como también para otros el único Presidente que acudió personalmente a defender ese girón de patria que por descuido o negligencia se agenciaron por abuso los norteamericanos.
RELATO
Un diciembre 6 de 1846 una multitud arrastraba la pierna que López de Santa Anna había perdido en una batalla contra los franceses defendiendo la patria. La habría sepultado con la pompa y ceremonia de un sepelio de Héroe Nacional.
Desde el mes de enero de ese año López de Santa Anna que se había instalado por enésima ocasión (11 ocasiones diferentes) en la Presidencia de México, Erigió un monumento de su persona en la plaza del “Volador” elaborada en bronce, en esa estatua tenía un brazo extendido hacia el norte, lo cual significaba que estaba decidido a recuperar Texas, territorio que por motivo de su negligencia política o descuido se había perdido.
El 22 de agosto muere su esposa Inés García y para el 3 de septiembre siguiente vuelve a casarse con Dolores Tosta, una dama de la alta sociedad de México.
La pierna del escándalo la había sepultado con honores militares en la ciudad de México a pesar de que la había perdido en Veracruz durante aquella guerra mal llamada “De los pasteles”.
Ya en ese momento la nación estaba ofendida con él por tres razones primordiales: Haber perdido Texas, Haber desaparecido 4 millones de pesos que cobró con unos impuestos extraordinarios, y por no haber guardado luto por la muerte de su esposa.
Es en Guadalajara donde empieza un movimiento de protesta en su contra el 2 de noviembre día de los muertos, pues este señor no respetaba ni a los vivos menos a su esposa recientemente fallecida.
Así empezando el mes de diciembre se prendió la mecha en la capital de la República y la gente salió a la calle a derrumbar la estatua de el en la plaza ya mencionada, de ahí se dirigieron al cementerio donde exhumaron la pierna del dictador para arrastrarla por las calle en una demostración de coraje contra el Veracruzano.
Santa Anna huyó a su hacienda de Veracruz pero sería atrapado en “Perote” donde fue encarcelado y exiliado. La historia debería acabar ahí, pero nuestro México es mágico y todavía había Santa Anna para rato pues mandaron por el para que dirigiera la defensa del País cuando en 1846 Estados Unidos oficializó la guerra de invasión a México.
El maestro historiador José González Pedrero escribió una obra enorme de dos grandes volúmenes llamada “México país de un solo hombre” que narra minuciosamente la vida y obra de este notable bribón mexicano.
En este relato recordamos un pasaje de la historia de México poca conocida… .. Pero que conste que hablamos del México del siglo XVIII, cualquier parecido con hechos de la actualidad serán mera coincidencia.
Mientras tanto deseamos fervientemente para nuestros amables lectores una muy Feliz Navidad y un Próspero año 2019.
Gracias