Locales Cadereyta
Lupita Cuéllar… La mujer invencible
Enfrenta y derrota al cáncer y los daños de la esclerosis múltiple.
Miguel Oscar Pérez
CADEREYTA JIMÉNEZ, N.L.-
Una enorme alma de guerrera, contrasta con la frágil figura de Lupita Cuéllar, quien desafía a la muerte y activa su frase: “Prohibido rendirse”, con un férreo temple y el apoyo de su esposo y de sus dos hijos.
María Guadalupe Cuéllar Almaguer, su nombre completo, es sinónimo que no hay que rendirse, aun en los momentos más difícil y abrazarse a la esperanza cuando la muerte acecha, para al final escribir una historia de triunfo levantando las manos como vencedora.
En el año 2007, le fue diagnosticada una grave enfermedad llamada esclerosis múltiple, incurable que la podría haber llevado a perder la vista o la movilidad en sus piernas, aparte de otros daños físicos incapacitantes.
El espíritu indomable de Lupita Cuéllar creció con el reto que le ponía la vida y decidió luchar, penetrando más en el mundo del deporte, participando en triatlones, donde habría que nadar, correr y en bicicleta en el mismo evento, para lograr llegar a su meta, que era medio Iron Man.
La esclerosis respetó su valentía y no avanzó, más sin embargo le faltaba una prueba más grande y más difícil.
Un accidente durante una jornada deportiva en bicicleta la lastimó en un hombro y le causó dolor, pasado algún tiempo, el dolor se dejó sentir en forma diferente y por una parte ajena al golpe y llamó su atención. Después de análisis y consulta le dieron la noticia: Tenía cáncer maligno en uno de sus senos.
Las lágrimas corren y alza la vista para relatar que la noticia se la guardó a su familia para esperar el tiempo y contarles la nueva desgracia en su vida.
Al relatar a su familia, su esposo Alfonso de Jesús Ramos Tamez, sus hijos Alfonso de Jesús y Lizbeth Guadalupe Ramos Cuéllar, cerraron filas ante el dolor, pero se levantaron en lucha contra el nuevo enemigo incubado en el cuerpo de la madre de familia.
Su hijo Alfonso no dejó que se uniera la depresión a la esclerosis y al cáncer y aunque ella estaría compitiendo en un triatlón, su hijo tomó su lugar en el deporte y le prometió cumplir su meta y a pesar de no haberlo practicado nunca, le dijo: “¿Qué sigue Madre? Cada quimioterapia que hagas, yo traeré una medalla ganada para ti”.
Su hijo cumplió: el valiente joven trajo a su madre 19 medallas durante su tratamiento: “Pero él sólo cuenta 16, porque fueron récords personales”, dice la madre con sus ojos húmedos.
Pero Lupita no estuvo pasiva en su lucha ya que alternaba su tratamiento y sus cuatro cirugías con sus competencias y en medio de la lucha contra el cáncer, alcanzó a ganar medallas y logró sus cinta negra primer dan.
Su seno enfermo le fue extirpado y su seno sano también a manera preventiva, pero al perder esa parte de su cuerpo, también puso un alto a la depresión y a la actitud derrotista que tienen muchos.
La valiente atleta le dijo al cáncer y a la esclerosis: “¿Quieren luchar? Yo les voy a dar pelea” y animó a las mujeres a revisarse y a no temer a los resultados y señala que es mejor saberlo en una etapa temprana y no cuando no haya remedio.
Sus revisiones constantes marcan que en su cuerpo no hay cáncer, es Lupita Cuéllar la que se auto-prohíbe rendirse y en su casa hay una frase que la lucha es “sobre la chin…”.