En los mercados financieros, se observa un escenario mixto con tendencias divergentes. Los futuros del S&P 500 y Nasdaq 100 registraron ganancias de un 0.5% y un 0.7%, respectivamente, mientras que los rendimientos de los bonos del Tesoro retrocedieron. Además, el dólar experimentó una disminución en su valor frente a las principales monedas, tanto pares del G-10 y emergentes, marcando su segunda caída consecutiva. Por otro lado, los precios del petróleo, en particular el WTI, aumentaron en un 1.35%, superando los $92 por barril, impulsados por la limitación de las exportaciones de diésel en Rusia, lo que siguiere un posible reducción de oferta en el corto plazo.

En el ámbito tecnológico, China parece desafiar los esfuerzos de Estados Unidos para mantener su liderazgo en la fabricación de chips. Esto se evidenció en el lanzamiento en agosto del Huawei Mate 60 Pro, que presentó un chip que, a pesar de los controles de exportación, parece estar solo cuatro años detrás de la tecnología estadounidense. Este desarrollo plantea interrogantes sobre la eficacia de las restricciones impuestas por Estados Unidos y su capacidad para mantener a China a raya en este sector crucial.

El Banco de Japón anunció el viernes una compra no programada de bonos, que detuvo el avance de los rendimientos de referencia a 10 años hasta un nuevo máximo de una década, mientras que la compra por parte del banco central japonés del equivalente a 2,000 millones de dólares en bonos de entre 5 a 10 años se consideró relativamente pequeña para algunos inversores, la medida sirve como recordatorio de su determinación de gestionar el impulso alcista de los rendimientos soberanos: “La gran implicación de esta operación de compra de bonos no programada es que el BOJ dice a los mercados que no desafíen al banco central”. dijo Shoki Omori, estratega jefe de escritorio de Mizuho Securities Co.

En cuanto a la política monetaria, el Banco de México decidió mantener su tasa de interés en el 11.25%. Sin embargo, el banco central emitió un comunicado que se percibe como restrictivo. Aumentó sus proyecciones de inflación y señaló la resiliencia de la economía como un riesgo al alza para la inflación. Esto sugiere que Banco de México podría considerar futuros aumentos en las tasas de interés para controlar la inflación, lo que tendría implicaciones para el peso mexicano y otros activos de riesgo.

El peso mexicano avanza frenta al dólar, en línea con la mayoría de sus pares de mercados emergentes el viernes, ya que los menores rendimientos en las principales economías, el aumento de los precios de los productos básicos y un deflactor del PCE inferior a lo estimado en Estados Unidos allanan el camino para una sesión positiva para los activos de riesgo. La moneda azteca opera cerca de nivel de 17.40, considerada la parte baja del rango, y alcanzando niveles de hasta 17.38 en primera instancia, que de lograr romper esta zona abre la posibilidad de buscar niveles de 17.20-17.30 en primer instancia.