Por: David López

Con el anuncio del nacimiento de Juan, Dios, no sólo quita el oprobio que cubría a Zacarías, por el hecho de no tener hijos, sino que además envía a un emisario delante de su Hijo. “No temas, Zacarías, porque tu súplica ha sido escuchada, Isabel, tu mujer, te dará un hijo”. Un hijo con una misión muy especial: convertir a los israelitas, irá delante del Señor, dar a los rebeldes la cordura de los justos y prepararle así al Señor un pueblo dispuesto a recibirlo. Nosotros fuimos consagrados a Dios por el bautismo y cada uno con una misión especial. Hemos de preguntarnos si hoy nosotros ya descubrimos cuál es esa misión que tenemos. Vivimos en medio de tanta preocupación que no nos damos tiempo para preguntarle a Dios sobre ello. Dios quiere quitar la esterilidad en la que muchos de nosotros vivimos. Dios quiere que seamos fértiles en el amor, en la alegría, en el anuncio de esta alegría. Seamos precursores de esta Alegría a aquellos que están tristes y vacíos por no tener a Dios en sus vidas. Y dará a luz un hijo, y llamaras su nombre JESUS, porque el salvará a su pueblo de sus pecados. (Mateo 1:21)
Estamos en una de las épocas del año más emocionante del significado de la cristiandad, el nacimiento de nuestro señor Jesucristo. Sin embargo, en los últimos tiempos, las fiestas navideñas han tomado un significado más comercial y menos religioso. Es por eso que hoy exhorto a la familia mexicana volver al verdadero significado de las celebraciones navideñas haciendo que Jesús nazca en cada corazón. La Navidad se celebra en toda parte del mundo aunque con costumbres y rituales diferentes, pero a estas diversas maneras de conmemorar la fecha nos une la celebración del nacimiento de Jesús hijo de Dios. La época navideña es motivo de encuentros familiares, abundan los aguinaldos, sonrisas, abrazos, buenos deseos, el ambiente de fiesta en las calles, no faltan los tradicionales villancicos. En sentido general las celebraciones se centran en la reunión de amigos y familiares. Según algunas leyendas la celebración de la navidad surgió para contrarrestar las fiestas paganas que se celebraban de navidad en el mes de diciembre. El 25 era sagrado no sólo para los romanos, sino también para el pérsico cuya religión de “MITHRAISM” era uno de los rivales principales del cristianismo de aquella época. La Iglesia sin embargo, quería cambiar los rituales de la fiesta de SATURNALIA (fiestas dedicadas al Dios Saturno) y los transfirió a la celebración de una Navidad cristiana. Es difícil precisar cuándo comenzó a celebrarse la Navidad tal cual la conocemos. Lo cierto es que las costumbres, mitos y leyendas que se le fueron sumando a lo largo de los siglos provienen de diferentes países. Este tiempo es propicio para que los cristianos por medio del Adviento nos preparemos para recibir a Cristo, “luz del mundo” (Jn 8, 12) en nuestras almas, rectificando sus vidas y renovando el compromiso de seguirlo. El espíritu de la Navidad para muchas personas es únicamente un estado de ánimo; pero para otras es el manto protector que envuelve al mundo durante los días que se recuerda el nacimiento de Jesucristo. Aunque muchas personas las consideran únicamente una forma de diversión, y estreno de ropa, la realidad es que, sea cual sea el concepto que se tenga sobre la Navidad, es una oportunidad para reflexionar en familia y cada encuentro. En este sentido exhortamos a todas las familias a que hagan de cada adorno, pieza musical y celebración navideñas un motivo para crear un ambiente de paz que nos encamine a un encuentro personal con Dios por medio de Jesús. Deseo de todo corazón a nuestros estimados lectores una feliz navidad y un próspero año nuevo. (HASTA LA PRÓXIMA SI DIOS QUIERE)