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19 de ene.

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Personajes ilustres… Héroes desconocidos

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el

Coronel Josehf Andrew Robertson

Por: Dr. José Ascención Tijerina Flores

El ferrocarril fue un medio de transporte muy atractivo para viajar, en Cadereyta fuimos favorecidos por poco más de 100 años por esta vía que además de cómodo y económico resultaba todo un atractivo para las familias a asistir a la estación local a esperar la gran mole de hierro procedente de Monterrey a las 8:00 am o bien a las 6:00 pm de Tampico a Monterrey, lo llegaron a conocer como “El paseo cultural” de nuestra ciudad.
Sin embargo por decreto Presidencial de Don Vicente Fox, el ferrocarril Gómez Palacio – Tampico fue parte de un paquete que adquirió en compra una empresa ferroviaria de capital privado dedicada solo al transporte de carga y algunos derivados del petróleo.
En Nuevo León los antecedentes del ferrocarril los ubicamos en el año de 1887. En el periodo 1881 a 1910 fueron construidas líneas de acero que comunicaron México – Manzanillo por Guadalajara, México- Nuevo Laredo por San Luis Potosí y el de Monterrey a Tampico concesionado en 1887 y terminado en 1891 con sus ramales y entronques.
Fue el General Gerónimo Treviño Leal y el Lic. Emeterio de la Garza quienes obtuvieron del Presidente Porfirio Díaz una concesión para construir la vía Monterrey – Tampico siendo el representante legal de la empresa Don Emeterio de la Garza dando lugar al nacimiento de la compañía ferroviaria “Monterrey – El Golfo”.
Los trabajos de construcción fueron asignados a una sociedad Belga anónima de caminos de fierros de México que iniciaron en diciembre de 1888. El responsable de la ejecución de la obra seria el Coronel y Lic. Norteamericano Josehf Andrew Robertson, hombre visionario que trajo a México iniciativas empresariales que aportaron a Nuevo León principalmente un gran adelanto en lo social y en lo económico .
El Coronel Robertson nació el 31 de diciembre de 1849 en Kentucky EU en su ciudad natal realizó sus primeros estudios, era la época dorada de los vapores de rio. El soñador jovencito encontró empleo en el buque Ruth, la ruidosas maquinas que lo impulsaban lo dejaron sorprendido.
Después de esa experiencia ingresó a la Facultada de Leyes, sin embargo la sangrienta guerra de secesión lo forzó a interrumpir sus estudios. Al finalizar dicha guerra continuó sus estudios y se graduó con honores, sin embargo la prensa estaba llena de relatos de guerra tomando la decisión de entrar al ejército donde logró el grado de Coronel.
En esos años la paz implantada en México por el Gral. Profirió Díaz atrajo un torrente de inversiones extranjeras por lo que estaba convencido que para establecer el orden y el progreso del país el ferrocarril era esencial.
Así las cosas en Nuevo León el Gral. Gerónimo Treviño por parte del Gobierno Estatal el lic. Emeterio de la Garza por parte del Gobierno Federal firmaron la concesión para la construcción del ferrocarril Monterrey – Tampico. Era el de 1887 las obras serian realizada por la compañía Belga de Caminos de fierros de México S.A. quien tenía capital yanqui nombrando al joven abogado y militar Robertson gerente general para el proyecto. A su arribo a Monterrey el joven aventurero quedó impresionado por su desarrollo industrial, sus impresionante montañas y sus laboriosos habitantes.

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