El panorama económico actual en Estados Unidos se ve influenciado por un crecimiento acelerado de los precios al consumidor en marzo, generando incertidumbre sobre posibles recortes en las tasas de interés por parte de la Reserva Federal (Fed) este año. A pesar del aumento del índice de precios al consumidor en un 3.5% anualizado, la cifra subyacente se mantuvo en un 3.8%, lo que sugiere una persistencia de la inflación a pesar de los esfuerzos de la Fed por controlarla. En ese sentido, el apetito por riesgo se ha reducido y se observa en el cambio de tendencia, donde el dólar se recuperó frente a la mayoría de las divisas emergentes, aunque mantiene una tendencia mixta frente a las del G-10. En el caso del petróleo, este pierde terreno y opera por debajo de la barrera de los 90 dólares en su mezcla WTI. Para el caso de las criptomonedas, se observan movimientos a la baja, sin embargo, han mostrado una ligera recuperación y mantienen niveles clave, como los 70,000 dólares para BTC y 3,500 dólares en el caso de ETH. Esta reacción es evidente, con un cambio en las expectativas de recortes de tasas de la Fed. Los futuros de acciones permanecieron estables antes del informe de precios de producción de marzo, mientras que Goldman Sachs y UBS ajustaron sus pronósticos de recortes de tasas, retrasando el primero a julio y el segundo a septiembre. A nivel internacional, el Banco Central Europeo (BCE) se reúne para discutir las tasas de interés, con la expectativa de mantenerlas sin cambios debido a la debilidad económica en la eurozona. No obstante, los inversores están atentos a cualquier indicio de que el BCE pueda considerar un recorte de tasas en junio. En otro frente, la próxima temporada de resultados corporativos en Estados Unidos comienza con la publicación de cifras del primer trimestre por parte de importantes bancos. A pesar de las expectativas de un crecimiento de beneficios del 5%, empresas como Delta Air Lines y Wells Fargo expresan confianza en sus perspectivas. El crecimiento económico proyectado para América Latina en 2024 se revisó a la baja, según el Banco Mundial, debido a problemas regionales como la delincuencia y el envejecimiento de la población. A pesar de haber superado lo peor de la pandemia y reducir la inflación y el desempleo, la región sigue rezagada en comparación con otras. Por último, el peso mexicano refleja la presión enfrentada por otras monedas emergentes frente al dólar estadounidense, tras conocerse datos de inflación del productor en Estados Unidos que superaron las expectativas. La moneda azteca intenta superar el nivel psicológico de 16.50, mientras que el PM200 días opera como soporte técnico en 16.23, destacando la volatilidad del mercado cambiario.