La explosión de un ducto clandestino en el municipio de Tlahuelilpan, Hidalgo que ha cobrado la vida de 89 personas y dejado más de 60 heridos, sin embargo, no es la primer tragedia en el país y es la quinta peor a nivel mundial desde el 2000, derivada del ‘huiachicoleo’.

Rubén Salazar, experto en seguridad señaló que las primeras cuatro tragedias ocurrieron en Nigeria en la década pasada y en una de ellas, la más grande, murieron 500 personas.

No obstante, la tragedia del pasado viernes 18 es la más grande en la historia actual de México, sin embargo, este hecho no es nuevo ya que en 2010 se registró un incidente similar en Texmelucan, Puebla, que dejó al menos 28 personas fallecidas y más de 80 viviendas dañadas y 200 personas más desalojadas de sus domicilios.

Asimismo, en 2017 se registró la explosión de dos tomas clandestinas, en donde el fuego derivado de la fuga de combustible alcanzó los 40 metros de altura, con una duración de 16 horas.

“No hay algo nuevo, ya había ocurrido, no en estas cifras, de hecho, no solo esto se presentaba en lo que tiene que ver con los ductos”, explicó Salazar.

Asimismo, informó que, en el municipio de Huimanguillo, Tabasco, había sabotaje en la ruta de las pipas para robar el combustible, lo que provocó la explosión de una pipa en el año 2015, misma que dejó un saldo de 14 muertos.

Otra más en el municipio de Acajete, de la misma entidad en donde el incendio de una toma clandestina duró por 17 horas, por lo que se reportaron dos vehículos incendiados y provocó el cierre de la autopista México-Puebla.

La empresa consultora de riesgos ERN publicó a finales de octubre de 2018 un reporte en el que evidencia los accidentes más importantes que han sucedido en el país como consecuencia de las actividades de ‘huachicoleo’ a Petróleos Mexicanos.

Entre ellas destaca el derrame de petróleo en Cadereyta, Nuevo León, por una toma clandestina que afectó 23 kilómetros del río San Juan; se reportaron daños ambientales al río del cual dependen varias comunidades aledañas.

Otro derrame en 2017 en Tlajomulco, Guadalajara, de 147 mil litros de gasolina dejando más de 9 mil 500 metros cuadrados contaminados y 3 mil personas evacuadas. Además, un año después en Villagrán, una toma clandestina originó un incendio que provocó la evacuación de 60 familias durante la madrugada.