Cuatro personas han sido detenidas por usar un disfraz de oso para simular ataques a varios automóviles de alta gama en la localidad californiana de Lake Arrowhead el pasado 28 de junio. El fin no era otro que cobrar el seguro por los daños provocados en el interior de los tres coches: un Rolls Royce de 2010 y dos Mercedes Benz, de 2015 y 2022. Los propietarios de los vehículos reclamaron un total de 141.839 dólares a sus aseguradoras.
Fue el Departamento de Seguros del estado de California quien descubrió que los ataques no habían sido provocados por un verdadero oso, sino por “una persona disfrazada”, según señala un comunicado al que ha tenido acceso EFE. Una conclusión a la que se llegó gracias a la ayuda de un “biólogo del Departamento de Pesca y Vida Silvestre de California”, que fue quien revisó los videos de cámaras de seguridad.
El vídeo, con imágenes en blanco y negro de muy mala calidad, que también se puede ver al inicio de esta noticia, muestra a una criatura peluda moviéndose dentro de los vehículos. Después, hay otras imágenes más nítidas de los daños provocados en la tapicería de cuero y el cuadro o salpicadero de los coches.
Otra de las pruebas aportadas por el mismo departamento fue la fotografía de un disfraz de oso de tamaño natural y con garras afiladas, que presuntamente habrían utilizado los detenidos, que han sido acusados de fraude a una aseguradora y conspiración por estafa. Para fabricar las garras usaron un utensilio de cocina que se emplean para desgarrar la carne. Es por eso que los detectives del Departamento de Seguros que han investigado el caso bautizaron la operación como “Garra de oso”.
FUENTE: EL PAÍS