No coman ansias

Por: Ing. Jesús Herrera Rábago

Adelantarse o atrasarse en la política muchas veces no es lo más conveniente, menos cuando refleja ansiedad o desesperación. Más riesgoso se vuelve cuando se adelantan en temas delicados o de gran impacto, pues de no ser cierto: “queman un cartucho” de forma innecesaria.
Tal parece que en el ambiente de los adversarios del Presidente Andrés Manuel existe mucha ansiedad por verlo caer, lo cual puede ser entendible, al fin de cuentas ese es su objetivo y buscarán todas las formas posibles para lograr su cometido.
Sin embargo, en su afán, a mi parecer se están adelantando mucho, como es el caso de empezar a hablar de un posible golpe de estado por parte de los militares. Al parecer, utilizando a generales en retiro intentan promover esta idea.
Un golpe de estado se define como: “La actuación violenta y rápida, generalmente por fuerzas militares rebeldes, por la que un grupo determinado se apodera o intenta apoderarse del gobierno de un Estado desplazando a las autoridades existentes”. En el caso de México sería una deposición no democrática de un gobierno legítimo.
Es cierto que en Latinoamérica durante los siglos XIX y XX fueron de lo más común: presidentes electos por votos fueron a renunciar por presión militar, pero en las últimas décadas los golpes de estado se han vuelto una excepción y no una regla. En México, por muchísimos años, no ha habido un intento serio de quitar al presidente en turno.
De hecho como país nos suena extraño hablar de un golpe de estado, más aún a estas alturas del sexenio, cuando el Presidente todavía goza de altos niveles de popularidad y aprobación. Quizá los opositores vieron la oportunidad con el tema de Culiacán y la fallida captura del “chapito”, o el mensaje del general retirado Carlos Gaytán. Sin embargo fuera resultaría poco estratégico porque el ambiente no está para ello, más bien sonaría a un sueño guajiro.
Por otro lado, no se ve un distanciamiento entre el ejército y el ejecutivo, al contrario se ha apoyado en ellos para los proyectos más importantes por el grado de confianza que la población tiene en esta institución. Los dejó a cargo de la construcción del nuevo aeropuerto de Santa Lucía y puso en sus manos el programa “sembrando vida” que tiene como objetivo reactivar el campo a través de la reforestación, y que este 2020 tendrá una inversión de 18 mil millones de pesos.
Así las cosas, como dice el dicho popular, habría que decirles a los adversarios políticos de AMLO: “no coman ansias”, o simplemente, recordarles que en muchos casos: “no por mucho madrugar, amanece más temprano”.
Esta es mi opinión, Usted tiene La Última Palabra.